Gobierno Corporativo Familiar

Se calcula que en nuestro país casi el 90% de las empresas son familiares, sean comercios, industrias, servicios, ganaderas o agrícolas, es decir, tomando en cuenta todos los rubros. Muchas veces son unipersonales, sin embargo, varios miembros de la familia trabajan y dependen económicamente del negocio, o incluso, resulta ser el principal patrimonio de toda la familia.

Las familias crecen más rápido de lo que crece una empresa, por eso, si una estancia da para que el dueño se compre una Land Cruiser, debe tener en cuenta que a esa camioneta también se acostumbrarán la esposa y los 3 hijos pequeños que viajan atrás. En solo 20 años, para mantener la calidad de vida a la que se ha acostumbrado la familia, la misma estancia deberá estar en condiciones de comprar 5 camionetas. Y ni que decir, dentro de 30 años, cuando ya sean los nietos quienes asuman que viajar en ese vehículo, es un derecho que está lejos de ser un lujo, pues es solo un bien que utilizaron desde que nacieron.

Entonces, ¿será posible que la misma empresa pueda crecer exponencialmente?

Quizás no.

Entonces, el desafío no es solo ser rentable, las empresas deben ser sustentables, deben perdurar en el tiempo, creciendo de manera sostenible para seguir proporcionando bienestar a sus propietarios, a sus colaboradores, clientes, proveedores y a la comunidad donde se encuentra. Esta mirada nos lleva a planificar empresas rentables, social y medioambientalmente responsables y plenamente humanas, pues la familia nos permite ese enfoque de cuidado a la calidad de vida.


Por otro lado, la familia debe ser capaz de conversar y conocer los aspectos que diferencian el Estatus Social a la Calidad de Vida, comprender los ciclos de bonanza y austeridad, estar en pleno conocimiento sobre los riesgos del negocio y ponerse de acuerdo sobre como actuaran en determinados casos.

Como madre, quiero que mis hijos sean más felices, más exitosos, más plenos y más prósperos que yo. Por ello, en mi rol empresarial, debo visualizar que la empresa debe sobrevivirme, no es suficiente que yo la dirija y gestione adecuadamente, también me debo hacer dos preguntas claves:

1) Que empresa le estoy legando a mis hijos;

2) Que hijos estoy preparando para la empresa.

La respuesta a estas preguntas se encuentra en las herramientas de Gobierno Corporativo Familiar, que permiten gestionar conversaciones profundas con la familia para orientarse a la estructura adecuada de los negocios familiares, cuidando los valores que comulgamos como miembros de la familia, al mismo tiempo de estructurar la empresa para que la toma de decisiones estratégicas y la gestión sean las que se precisan como cimiento al futuro mediato.

La transformación de dueño a empresario es necesaria, para dejar realmente un legado y que la empresa de papá no se convierta en un clavo para la siguiente generación.

Sigamos Hablando de Dinero, así aprendemos a manejarla mejor.


Publicado originalmente en https://www.5dias.com.py/columnas/gobierno-corporativo-familiar

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